El vicepresidente estadounidense Joe Biden viajará a México y Honduras del 4 al 6 de marzo, confirmó ayer la embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa.

En la ciudad de México, el vicepresidente se reunirá con el presidente Felipe Calderón y resaltará el compromiso de los Estados Unidos para profundizar su estrecha cooperación y diálogo con México en una amplia gama de temas.

En su visita a Tegucigalpa, posteriormente, el vicepresidente sostendrá una reunión bilateral con el presidente Porfirio Lobo.

Biden además participará en una reunión con líderes centroamericanos, quienes han sido invitados para ser parte de una reunión conjunta con Lobo Sosa, actual presidente del Sistema de Integración Centroamericana (Sica).

En ambos países, el vicepresidente estadounidense también tratará aspectos de la Cumbre de las Américas, que se llevará a cabo en Colombia a mediados de abril.

En las últimas horas trascendió también que la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Janet Napolitano, visitará Centroamérica, específicamente Guatemala, el próximo 27 de febrero para hablar sobre la inseguridad en la región.

La llegada del vicepresidente de Estados Unidos a Honduras se da luego de dos devastadores incendios; uno que provocó la muerte de 360 reos en la granja penal de Comayagua y otro en los mercados de Comayagüela que dejó perdidas millonarias .

Para investigar las causas que habrían provocado el incendio en Comayagua, Estados Unidos facilitó la llegada del Equipo de Respuesta Internacional (IRT) del Buró de Bebidas Alcohólicas, Tabaco y Armas de Fuego (ATF) por sus siglas en inglés.

Luego del incendio en los mercados de la capital de Honduras, miembros de la ATF IRT se unieron a la investigación de las causas que provocaron el siniestro, por petición del alcalde del Distrito Central, Ricardo Alvarez.

En el incendio de la granja penal de Comayagua, la ATF IRT concluyó que el incendio fue accidental producto de una "llama abierta" originada por un cigarro, encendedor o fósforo; sin embargo, la fuente real de ignición no fue recuperada.

El resultado de esta investigación mantiene incrédulos a los parientes de los 360 reos que fallecieron, quienes aseguran que el siniestro fue provocado por "mano criminal" y exigen que Honduras solicite otro grupo de expertos para avalar esta versión .